Ejercicio y Cognición: Un Aliado Clave para la Memoria y la Función Ejecutiva

Introducción

La salud cognitiva es fundamental para la calidad de vida, influenciando la memoria, el aprendizaje y la toma de decisiones. Con el envejecimiento de la población y el aumento de trastornos como la demencia, encontrar estrategias efectivas para fortalecer la función cerebral es una prioridad.

Una revisión científica masiva, que incluyó 133 revisiones sistemáticas, 2 724 ensayos clínicos y más de 250 000 participantes, ha demostrado que el ejercicio físico mejora significativamente la memoria, la cognición general y la función ejecutiva.

¿Cómo Impacta el Ejercicio en la Cognición?

Los resultados muestran que la actividad física mejora tres funciones clave:

  • Cognición general: +42 %

  • Memoria: +26 %

  • Función ejecutiva: +24 %

¿Quiénes se Benefician Más del Ejercicio?

El análisis reveló que los efectos varían según la edad y la condición de cada persona:

  • Niños y adolescentes: mayor mejora en la memoria y función ejecutiva.

  • Personas con TDAH: incremento significativo en la función ejecutiva.

  • Adultos mayores: beneficios en la memoria y prevención del deterioro cognitivo.

¿Cuál es el Mejor Tipo de Ejercicio para el Cerebro?

Diferentes tipos de ejercicio tienen distintos impactos en la cognición:

  • Exergames (videojuegos con movimiento físico): mayor impacto en la memoria.

  • Ejercicio mente-cuerpo (Tai Chi, Yoga, Baduanjin): mejora la memoria.

  • Ejercicio aeróbico y de resistencia: benefician la función ejecutiva y la memoria.

  • Baile: favorece la memoria y la coordinación cerebral.

¿Cuánto Tiempo y Qué Intensidad Son Ideales?

  • Frecuencia: tanto 1–2 días a la semana como 6–7 días fueron efectivos.

  • Duración de la sesión: tanto sesiones cortas (< 30 min) como largas (> 60 min) funcionan.

  • Intensidad: los ejercicios de baja y moderada intensidad fueron más efectivos que los de alta intensidad.

Mecanismos Neurobiológicos del Ejercicio

  • Aumento de factores neurotróficos: mejora la plasticidad sináptica y la regeneración neuronal.

  • Mayor flujo sanguíneo al cerebro: optimiza el suministro de oxígeno y nutrientes esenciales.

  • Reducción de la inflamación: disminuye el estrés oxidativo, clave en enfermedades neurodegenerativas.

  • Mejora en la comunicación neuronal: optimiza la conectividad entre regiones cerebrales.

Recomendaciones Prácticas para Optimizar la Salud Cerebral

  • Niños y adolescentes: incorporar exergames, deportes o baile.

  • Adultos: combinar ejercicio aeróbico, de resistencia y mente-cuerpo (Yoga o Tai Chi).

  • Adultos mayores: priorizar ejercicio de baja intensidad (caminar, Tai Chi, ejercicios cognitivos activos).

  • Personas con TDAH: optar por actividades que requieran concentración y coordinación.

Conclusión Final

El ejercicio es una herramienta poderosa para mejorar la memoria, la función ejecutiva y la cognición general. Los estudios refuerzan que incluso pequeñas dosis de actividad física pueden tener un impacto positivo en la salud cerebral. Adaptar el tipo de ejercicio a cada etapa de la vida puede potenciar aún más sus beneficios.

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