¿Dormís mal y no sabés por qué? Tu tiroides podría tener la respuesta

Lo que nadie te cuenta sobre el hipotiroidismo subclínico y el insomnio

¿Te despertás varias veces en la noche? ¿Sentís que dormís pero no descansás? Puede que el problema no esté solo en tus hábitos... sino en tu tiroides. Aunque muchos nunca escucharon hablar del hipotiroidismo subclínico, esta condición silenciosa podría estar alterando tu sueño sin que lo sepas. En este artículo, te contamos lo que dice la ciencia —en lenguaje claro— sobre esta conexión sorprendente.

¿Qué es el hipotiroidismo subclínico?

El hipotiroidismo subclínico (SHYPO) se define por un aumento en la TSH (hormona estimulante de la tiroides) con niveles normales de T3 y T4. Afecta hasta un 10 % de la población general y es más común en mujeres mayores de 60 años.

Aunque suele ser asintomático, puede relacionarse con fatiga, niebla mental, cambios de humor y alteraciones del sueño. Muchas veces se detecta de manera incidental o tras investigar otros síntomas.

El papel oculto de la tiroides en tu descanso

La tiroides y el sueño están profundamente interconectados. La TSH sigue un ritmo circadiano: aumenta al anochecer, disminuye durante el sueño y vuelve a subir al despertar. Este ritmo se desregula ante la falta de sueño.

Estudios demostraron que una sola noche sin dormir puede duplicar la TSH. La deprivación de sueño sostenida afecta también los niveles de T3 y T4, complicando la evaluación clínica.

Por eso, el insomnio puede causar una aparente disfunción tiroidea… y viceversa.

Qué dice la ciencia? Resultados que sorprenden

Una revisión sistemática publicada en European Journal of Internal Medicine analizó 8 estudios con más de 2 900 pacientes con SHYPO y 18 000 controles sanos. Sus hallazgos:

  • Siete de ocho estudios mostraron una relación clara entre SHYPO y mala calidad o duración del sueño.

  • El sueño se evaluó mayoritariamente con el cuestionario PSQI, pero también con actigrafía y polisomnografía.

  • Problemas más frecuentes: dificultad para conciliar el sueño, despertares nocturnos, sueño poco reparador.

  • El estudio que no encontró relación evaluó el sueño años después del diagnóstico tiroideo, lo que podría invalidar su conclusión.

Factores que complican la relación

Interpretar esta asociación no es fácil. Entre los factores que pueden influir:

  • Autoinmunidad tiroidea: no todos los estudios evaluaron anticuerpos TPO o Tg, lo que limita saber si el SHYPO es de origen inmune.

  • Otras enfermedades autoinmunes (lupus, artritis) también afectan el sueño y podrían coexistir.

  • Obesidad: tanto el mal sueño como los niveles altos de TSH son más frecuentes en personas con sobrepeso.

  • Pandemia COVID-19: varios estudios se realizaron en ese contexto, que alteró el sueño en toda la población.

En algunos pacientes, mejorar el sueño llevó a normalizar la TSH sin necesidad de tratamiento hormonal. Eso refuerza la teoría de que el insomnio podría ser la causa y no la consecuencia.

Claves para entender la relación entre SHYPO y sueño

  • SHYPO: TSH elevada con T3/T4 normales.

  • Población afectada: mujeres mayores de 40, con antecedentes familiares de enfermedad tiroidea.

  • Calidad de sueño: más fragmentado y menos reparador en quienes tienen SHYPO.

  • Posibilidad de reversión: mejorar la calidad del sueño puede normalizar la TSH en algunos casos.

  • Medicación: no siempre necesaria; depende de cada evaluación individualizada.

¿Qué podés hacer si sospechás que tu tiroides está afectando tu sueño?

  1. Consultá con un médico para hacer un perfil tiroideo completo (TSH, T3, T4 y anticuerpos).

  2. Registrá tus patrones de sueño durante una o dos semanas para identificar hábitos y posibles disparadores.

  3. Evaluá factores que desregulan tu descanso (estrés, exposición a pantallas, consumo de estimulantes como cafeína).

  4. Implementá rutinas saludables: mantené horarios constantes, reducí el uso de pantallas antes de dormir y realizá ejercicios suaves al final del día.

Conclusión: Dormir bien también es cuidar tu tiroides

El cuerpo está todo conectado. Si dormís mal, tu tiroides puede verse afectada. Y si tu tiroides está alterada, también lo estará tu sueño. La buena noticia es que, con pequeños cambios en los hábitos y una evaluación adecuada, es posible recuperar el equilibrio.

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