Diarrea Aguda
Introducción
La diarrea aguda es un problema de salud común caracterizado por la evacuación frecuente de heces líquidas o semilíquidas durante un período menor a dos semanas. En la mayoría de los casos se debe a infecciones virales, bacterianas o parasitarias, aunque también puede ser provocada por medicamentos, intoxicaciones alimentarias o enfermedades inflamatorias. Aunque suele ser autolimitada, en ciertos grupos de riesgo puede generar complicaciones graves, como deshidratación severa, que requieren atención médica urgente. En este artículo exploraremos las causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento de la diarrea aguda, así como algunas recomendaciones para su prevención.
Causas de la Diarrea Aguda
Más del 90 % de los casos de diarrea aguda tienen un origen infeccioso, mientras que el resto se relaciona con fármacos, toxinas o afecciones intestinales.
Infecciones intestinales
Las infecciones son la causa más frecuente de diarrea aguda y suelen adquirirse por consumo de agua o alimentos contaminados. Los agentes infecciosos más comunes incluyen bacterias como Escherichia coli enterotoxigénica, Salmonella, Shigella, Campylobacter, Vibrio cholerae o Clostridium difficile; virus como norovirus, rotavirus o adenovirus; parásitos como Giardia lamblia, Cryptosporidium o Entamoeba histolytica.
Consumo de ciertos alimentos
La ingesta de productos en mal estado o crudos puede aumentar el riesgo de diarrea aguda. Ejemplos comunes son carnes y pollos crudos que pueden contener Salmonella, Campylobacter o E. coli enterohemorrágica; arroz recalentado con posible presencia de Bacillus cereus; mayonesa y cremas contaminadas con Staphylococcus aureus o Salmonella; y mariscos crudos con riesgo de Vibrio, Salmonella o hepatitis A.
Uso de medicamentos
Algunos fármacos pueden alterar la microbiota intestinal y causar diarrea. Entre ellos se encuentran antibióticos, que pueden provocar infecciones por Clostridium difficile; antiinflamatorios no esteroides (AINEs); antidepresivos; y laxantes.
Otras causas
La colitis isquémica, que es inflamación del colon por reducción del flujo sanguíneo y es frecuente en personas mayores de 50 años; intoxicaciones por insecticidas, hongos venenosos o toxinas en mariscos; y alergias alimentarias, que en algunas reacciones pueden manifestarse con diarrea.
Síntomas de la Diarrea Aguda
Los síntomas dependen de la causa, pero los más comunes incluyen diarrea líquida o acuosa que puede contener moco o sangre en casos graves, dolor o cólicos abdominales, fiebre y escalofríos (comunes en infecciones bacterianas y virales), náuseas y vómito, sensación de urgencia para evacuar, pérdida de apetito y signos de deshidratación como boca seca, mareos, debilidad y disminución en la producción de orina. Debe acudirse al médico si la diarrea persiste más de 48 horas sin mejoría, si hay sangre en las heces, si la fiebre es superior a 38,5 °C o si hay signos de deshidratación severa.
Grupos de Riesgo
Algunas personas tienen mayor riesgo de desarrollar diarrea severa. Viajeros pueden padecer la “diarrea del viajero” en aproximadamente el 40 % de los turistas que visitan América Latina, África o Asia, principalmente por E. coli enterotoxigénica. Personas con inmunodeficiencia, como pacientes con VIH/SIDA, cáncer o en tratamiento con inmunosupresores, pueden desarrollar infecciones graves. Ancianos y niños pequeños tienen mayor riesgo de deshidratación severa. El personal de guarderías y las familias tienen mayor exposición a infecciones como Shigella, Cryptosporidium y rotavirus. Las personas en residencias de adultos mayores presentan un riesgo elevado de infecciones nosocomiales, por ejemplo, Clostridium difficile.
Diagnóstico
En la mayoría de los casos la diarrea aguda no requiere estudios especializados y se resuelve en pocos días. Sin embargo, en casos graves o prolongados el médico puede solicitar análisis de heces para detectar bacterias, virus o parásitos, cultivo de heces para identificar infecciones bacterianas específicas, pruebas de antígenos o toxinas para detectar Clostridium difficile, Giardia o rotavirus, y colonoscopía o endoscopía si se sospechan enfermedades inflamatorias del intestino.
Tratamiento
Reposición de líquidos
La hidratación es clave para evitar complicaciones. Se recomienda el uso de soluciones de rehidratación oral (SRO) recomendadas por la OMS, bebidas deportivas con electrolitos o caldo de pollo o sopas ligeras. Deben evitarse bebidas azucaradas o alcohólicas pues pueden empeorar la diarrea. En casos graves puede ser necesaria la rehidratación intravenosa en un hospital.
Medicamentos
Los antidiarreicos como la loperamida se usan solo en casos leves sin fiebre ni sangre en las heces. El subsalicilato de bismuto puede reducir la duración y severidad de la diarrea del viajero. En infecciones bacterianas graves se prescriben antibióticos como ciprofloxacino o azitromicina. Para infecciones por Giardia se utilizan antiparasitarios como metronidazol o nitazoxanida.
Alimentación
Se recomienda una dieta blanda que incluya arroz, plátano, puré de papa o zanahoria cocida. Deben evitarse lácteos y alimentos grasos hasta la recuperación, reintroduciendo progresivamente la alimentación normal.
Prevención
La higiene personal es fundamental. El lavado frecuente de manos con agua y jabón reduce el riesgo de contagio. Para el consumo seguro de alimentos y agua, se debe beber agua embotellada o hervida en zonas de riesgo, cocinar bien las carnes y mariscos, y evitar alimentos crudos de origen dudoso. En poblaciones de riesgo se recomienda la vacunación contra rotavirus y cólera. En viajes se aconseja evitar la comida callejera, consumir frutas y verduras peladas o cocidas, y en personas con alto riesgo considerar antibióticos profilácticos.
Conclusión
La diarrea aguda es una afección frecuente que en la mayoría de los casos se resuelve en pocos días con hidratación y cuidados básicos. Sin embargo, en personas vulnerables o en casos graves es crucial acudir al médico para un diagnóstico y tratamiento adecuados. La mejor manera de prevenirla es mediante una higiene adecuada, el consumo de agua potable y la manipulación segura de los alimentos.