Síndrome del Intestino Irritable (SII)
Introducción
El Síndrome del Intestino Irritable (SII) es un trastorno gastrointestinal funcional caracterizado por dolor abdominal crónico y alteraciones en el tránsito intestinal sin evidencia de enfermedad estructural o metabólica subyacente. Su diagnóstico se basa en los Criterios de Roma IV, los cuales establecen una serie de parámetros clínicos para diferenciarlo de otras enfermedades digestivas.
El SII es una enfermedad crónica y recurrente que afecta la calidad de vida de los pacientes. Se estima que su prevalencia global varía entre el 5 % y el 15 % de la población, con predominio en mujeres y personas menores de 50 años. No está asociado con inflamación o daño estructural, pero sí con alteraciones en la motilidad intestinal, hipersensibilidad visceral y disfunción de la microbiota intestinal.
Diagnóstico
El diagnóstico del SII se establece según los Criterios de Roma IV, los cuales indican:
Dolor abdominal recurrente, al menos una vez por semana en los últimos tres meses, asociado con al menos dos de los siguientes:
Relación con la defecación.
Cambio en la frecuencia de las deposiciones.
Cambio en la consistencia de las heces.
Los síntomas deben haber comenzado al menos seis meses antes del diagnóstico.
Para diferenciarlo de otras enfermedades digestivas, es clave descartar patologías como la enfermedad celíaca, colitis microscópica, enfermedad inflamatoria intestinal y sobrecrecimiento bacteriano.
Subtipos del SII
El SII se clasifica según la forma predominante de las deposiciones:
SII con predominio de estreñimiento (SII-E): Heces duras en más del 25 % de las deposiciones y blandas en menos del 25 %.
SII con predominio de diarrea (SII-D): Heces blandas en más del 25 % de las deposiciones y duras en menos del 25 %.
SII mixto (SII-M): Alternancia entre diarrea y estreñimiento en más del 25 % de las deposiciones.
SII no clasificado (SII-NC): No encaja en las categorías anteriores pero cumple los criterios generales.
Estos subtipos permiten personalizar el tratamiento según los síntomas predominantes del paciente.
Mecanismos Fisiopatológicos
El SII es un trastorno complejo que involucra diversos mecanismos:
Hipersensibilidad visceral: Aumento de la sensibilidad intestinal que provoca dolor incluso con distensiones leves.
Disbiosis intestinal: Alteraciones en la microbiota pueden desencadenar inflamación leve y síntomas digestivos.
Eje intestino-cerebro: Relación entre el SII y el estrés, sugiriendo disfunción en la comunicación entre el sistema nervioso central y el intestino.
Motilidad intestinal alterada: Aceleración del tránsito intestinal en el SII-D y enlentecimiento en el SII-E.
Diagnóstico Diferencial
Es fundamental descartar otras enfermedades que pueden simular un SII, como:
Enfermedad celíaca: Evaluación mediante anticuerpos anti-transglutaminasa.
Colitis microscópica: Diagnóstico por biopsia de colon.
Enfermedad inflamatoria intestinal: Evaluación con calprotectina fecal y colonoscopia.
Sobrecrecimiento bacteriano (SIBO): Prueba de hidrógeno en aliento.
Criterios de alarma
Si el paciente presenta alguno de los siguientes signos, se recomienda realizar estudios adicionales:
Pérdida de peso involuntaria.
Sangrado digestivo.
Anemia inexplicada.
Inicio de síntomas después de los 50 años.
Tratamiento
El tratamiento del SII es individualizado y depende del subtipo predominante.
Cambios en el estilo de vida y dieta
Dieta baja en FODMAPs: Disminuye la fermentación intestinal y mejora los síntomas en el 70 % de los pacientes.
Ejercicio regular: Favorece la motilidad intestinal y reduce el estrés.
Reducción del estrés: Terapias cognitivo-conductuales pueden ser útiles.
Tratamiento farmacológico
Para el SII-E (estreñimiento predominante):
Laxantes osmóticos (polietilenglicol, lactulosa).
Agentes procinéticos (prucaloprida, linaclotida).
Para el SII-D (diarrea predominante):
Loperamida para reducir la frecuencia de deposiciones.
Rifaximina, un antibiótico no absorbible para disbiosis intestinal.
Para el dolor abdominal y distensión:
Antiespasmódicos (butilhioscina, mebeverina).
Antidepresivos tricíclicos en dosis bajas (amitriptilina) para modular la hipersensibilidad visceral.
Probióticos:
Algunas cepas, como Lactobacillus reuteri y Bifidobacterium infantis, han mostrado beneficios.
Pronóstico y Calidad de Vida
El SII es una condición benigna, pero puede afectar significativamente la calidad de vida. La educación del paciente y un enfoque multidisciplinario (gastroenterología, nutrición, psicología) son clave para un manejo exitoso.
Conclusiones
La clasificación en SII-E, SII-D, SII-M y SII-NC permite un tratamiento más dirigido.
La dieta baja en FODMAPs, el manejo del estrés y los tratamientos específicos según el subtipo son fundamentales para controlar los síntomas.
No existe una cura definitiva, pero con un tratamiento adecuado, la mayoría de los pacientes logra mejorar su calidad de vida.
Recomendaciones finales
Diagnóstico basado en síntomas y exclusión de otras patologías.
Evitar pruebas innecesarias en ausencia de signos de alarma.
Personalizar el tratamiento según el subtipo y síntomas predominantes.
La combinación de dieta, cambios en el estilo de vida y fármacos es la estrategia más efectiva.